miércoles, 28 de septiembre de 2016

Cómo mejorar la falta de atención en los niños

"Para facilitar el aprendizaje es necesario ayudar a niños y niñas a dirigir su atención y evitar los estímulos distractores"





Claves para mejorar la atención en los niños:

El proceso de atención es algo complejo y en numerosas ocasiones los niños y niñas se distraen con demasiada frecuencia. Son muchos los estímulos que llaman su atención, normalmente más llamativos que lo que tienen que estudiar. Las tareas académicas resultan estímulos menos atractivos que difícilmente pueden competir con otros que hay en el ambiente. Como consecuencia, los chavales se distraen de sus estudios en numerosas ocasiones, tienen dificultades para mantenerse en una tarea, estudiar se convierte en una actividad ardua y tediosa, y lógicamente ni aprenden, ni obtienen un buen rendimiento académico. Centrar la atención se convierte entonces en un duro reto para ellos y un desafío para las familias y educadores.
El proceso de atención puede definirse como la capacidad de focalizar la mente en algo concreto, siendo imprescindible para que pueda producirse el proceso de aprendizaje. Son dos procesos inseparables, ya que para aprender es necesario focalizar la mente en el contenido, para que éste pueda ser trabajado y procesado, dándole un significado y por lo tanto aprendiéndolo. Para aprender algo es necesario estar concentrado en ello, prestar atención y retirarla de estímulos distractores. Sin atención no se puede aprender prácticamente nada.
Las características de la atención pueden ayudarnos a comprender su funcionamiento y las dificultades de los niños y niñas que tienen falta de atención:
Capacidad limitada: la capacidad de la atención es limitada, podemos atender a varias cosas a la vez, pero sin superar dicha capacidad. De esta manera cuantas más cosas tienen que atender los niños, menos atención pueden prestar a cada una de ellas
Oscilamiento: la atención suele oscilar, no se mantiene fija en un estímulo o tarea de manera indefinida. Normalmente pasado un tiempo, la mente cambia su atención a otro foco.
Ayudar a los niños y niñas a dirigir su atención de forma consciente hacía aquello que quieren aprender, evitando otros estímulos distractores es una tarea necesaria para potenciar sus aprendizajes. De esta manera conseguiremos que se concentren en la tarea o contenido concreto que tienen que aprender y, como consecuencia mejoraran su rendimiento. Entrenarles para que sean capaces de dirigir su atención se convierte en una necesidad educativa que no podemos eludir, en una necesidad que supone abrirles las puertas al aprendizaje, a través del control de la focalización de su mente. 

martes, 27 de septiembre de 2016

La importancia de la "RESPONSABILIDAD" en los niños


Un niño de tres o cuatro años no tiene la capacidad de centrarse en la bondad o de comprender su rol en la familia, y menos aún su rol en la sociedad (sí sabe, sin embargo, ¡que es el centro del universo!). 

Tampoco está preparado para tareas complejas ni para marcarse su propia rutina. Pero sí quiere estar tan ocupado y ser tan importante como tú. Así que míralo de forma positiva si tu pequeño siempre está a tu lado cuando intentas hacer cosas.


¿QUÉ PUEDES HACER?



-Escoge tareas apropiadas para su edad


Díselo en tono amable y admite que tú también prefieres las cosas entretenidas; entonces comprenderá que no estás siendo mandona, sino que sólo esperas que se comporte de manera responsable. 

Es posible que no haga una tarea de manera perfecta, pero criticarlo o hacer tú sus tareas, sólo ahogará sus deseos de ayudar. Recuerda que con la práctica se mejora. Procura hacer sugerencias positivas: “Has limpiado tu plato muy bien, pero a mí me gusta poner los platos sucios en el lavaplatos y no en el armario”. 



Las tareas que son demasiado difíciles lo abrumarán. Se sentirá agobiado si le pides que “ordene su dormitorio”, algo que seguramente a ti también te resulta abrumador. “Por favor, pon tus zapatos en el armario”, es más sencillo. Te sorprenderá el orgullo y la confianza en sí mismo que obtiene al realizar estas simples tareas. 

-Sé un buen ejemplo

La mejor (y seguramente más difícil) manera de enseñarle a ser responsable es ser un buen modelo para él. Pon siempre tus llaves en el mismo sitio, en lugar de dejarlas sobre la mesa del comedor. Ordena tus revistas en lugar de dejarlas tiradas en el sofá. Entonces, cuando des a tu hijo sus pequeñas tareas, muéstrale exactamente cómo hacerlas.
Decirle: “Es hora de poner la mesa”, tiene menos sentido para él que una demostración de cómo hacerlo, como: “Mira, se pone un plato delante de cada silla y las servilletas se ponen así, ¿quieres ayudarme a hacerlo?”. 

-Lo primero es lo primero

Tu hijo a esta edad no es demasiado pequeño para aprender que hay que trabajar antes de jugar. Entenderá el mensaje cuando le digas: “Sí quiero llevarte al parque, pero primero tenemos que recoger la mesa”. 

-Convierte la tarea en un juego

Todos disfrutamos más de las tareas cuando son ocasiones entretenidas y sociales. A tu hijo le hace feliz pasar tiempo contigo y no considera que vaciar la secadora sea una tarea. Le resulta divertido sacar la ropa calentita de la secadora y ponerla en una cesta. Pon música y baila con él mientras limpian el polvo, o hagan carreras para ver quién guarda más bloques de construcción.
 
-Establece una rutina

Tu hijo aprenderá hábitos de responsabilidad con mayor facilidad si estableces una rutina desde el principio. Enséñale a guardar la ropa sucia en el lavadero y a guardar sus juguetes después del baño. Aprenderá que las tareas forman parte del día a día, y no son sólo algo que los adultos le obligan a hacer por capricho. 

-Exprésate de manera positiva

Aclárale que tu hogar tiene reglas que todos tienen que seguir, pero establecelas de manera positiva. En lugar de darle un ultimátum ("Si no haces esto, no te daré aquello"), adopta la actitud de "cuando hagas lo que tienes que hacer, entonces podrás hacer lo que quieres hacer". Si tu hijo dice: “Quiero una galleta”, responde diciendo: “Cuando te sientes a la mesa, podrás comer una galleta”. 

-Dale espacio

Para ahorrar tiempo y esfuerzo, quizá te veas tentada a agarrar su plato y llevarlo tú misma al lavaplatos. Intenta resistir esa tentación. En vez de eso, concéntrate más en los esfuerzos de tu hijo y no en sus logros. 

-Prepárate para altibajos

 Debido a su edad, tu hijo no puede hacerlo todo bien, siempre. Pero normalmente obtendrás mejores resultados cuando se dé cuenta de que hay un patrón. Procura no expresar enojo o desilusión si tiene un mal día. Sólo dile con tranquilidad: “Recuerda que siempre hay que guardar los juguetes cuando termines de jugar con ellos”. 

-Alábale mucho

El refuerzo positivo enseñará a tu hijo que sus esfuerzos son importantes y que los aprecias. Sé específica cuando lo alabes: “Lo hiciste tan bien cuando pusiste la comida del perro en su plato”, en lugar de decir “¡Bien hecho!”. Cuando proceda, dile cómo sus esfuerzos han ayudado a los demás.


miércoles, 7 de septiembre de 2016

martes, 6 de septiembre de 2016

El milagro de la vida

Nuestro blog da la bienvenida a Septiembre con este interesante video
realizado por "Real Alternatives". A través de animaciones, imágenes digitales y ecográficas nos presentan el desarrollo de la vida de un ser humano una vez es concebido hasta su nacimiento.
Me parece importante tener claridad del concepto “vida”. Muchos se preguntan “¿Cuándo inicia la vida realmente?” y es un aspecto crucial en el debate del aborto en el que intervienen diferentes perspectivas, como la científica, la judicial, la filosófica, ética, moral, etc. Al ser tantas posturas y algunas impregnadas con ideologías erradas, el concepto “vida” tiende a ser relativizado. Para muchos, por ejemplo, el inicio de la vida está relacionado con el momento de la formación de todos los órganos, cuando ya hablamos de un feto con aspecto similar a un recién nacido, algunos piensan que el embrión o sus etapas previas, no encaja en el paradigma de vida humana, otros lo ligan al desarrollo de la conciencia, otros a la independencia y a la libertad, etc. Con esta variabilidad de concepciones no resulta extraño que frente al aborto haya tantas “ideas” y argumentos que se imponen como verdades, realmente sin serlo. ¿Cuál es entonces la verdad? ¿Podrá haber un acuerdo? Podrá haber muchas posturas, muchas visiones, pero la realidad es una, la verdad es una, no es relativa a las circunstancias, a las áreas de conocimiento, a las personas. Este debe ser el fundamento para cualquier debate.
A partir de lo que vemos en el video quiero rescatar la realidad que descubre la ciencia; que una vez se realiza la fecundación, el contenido genético del óvulo y del espermatozoide se unen formando una nueva realidad genética, que contiene todo el potencial para la generación de un ser humano. Desde este momento, inicia la concepción de un nuevo ser, único e irrepetible, que progresivamente va madurando y creciendo, proceso que sigue a lo largo de toda su existencia.
Os animo a que veáis  el siguiente vídeo, en el que podréis conocer con más detalle cómo se da el desarrollo intrauterino del ser humano.