lunes, 26 de mayo de 2014

El sindrome de Asperguer

El síndrome de Asperger es parecido al autismo en que las personas que tienen algunos de estos síndromes tienen problemas para relacionarse con los demás miembros de la sociedad. En cambio, hay algunos factores que diferencian a estos dos síndromes. Las personas que tienen Asperger disponen de habilidades del lenguaje desde pequeños con los niños de su edad, pero no entienden su uso para poder relacionarse con los demás. Sin embargo, las personas con autismo si tienen problemas para aprender el lenguaje.  
Cómo-entender-el-síndrome-de-Asperger1

¿Qué es el Asperger?

El síndrome de Asperger es un trastorno generalizado del desarrollo. Las personas que lo sufren lo tienen desde su nacimiento. Este trastorno crea inconvenientes a la hora interacción social, en la comunión en el saber expresarse. Las personas con Asperger quieren socializarse y tener amigos como todos sus iguales, pero cuando intentan iniciar relaciones no saben cómo hacerlo. El problema es que no han aprendido a relacionarse con lo demás, y por ello, la soledad es su amigo más íntimo.

Asperger y Autismo

El síndrome de Asperger se encuadra dentro del espectro autista. Los problemas en la comunicación con los demás se representan en los dos síndromes. Existen distintos niveles de autismo y la diferencia entre este y el trastorno de Asperger es el problema con el lenguaje.

Las personas que padecen autismo tienen problemas de comunicación y algunos de ellos no desarrollan la capacidad del lenguaje, pero las personas con asperger si disponen de la herramienta de lenguaje que no saben utilizar en los entornos sociales.

Relación con familiares y personas cercanasLa relación con las personas que padecen asperger en su ámbito familiar es muy buena. En cambio, cuando se trata de demostrar afecto, siempre son ellos lo que inician el acercamiento. Las muestras de cariño son posibles en las personas que tienen asperger, aunque estas acciones deben salir de ello, normalmente, no les gusta recibir caricias o besos sin que ellos lo permitan.
Es complicado ganar confianza con las personas que padece asperger, pero si lo consigues, entras en su núcleo de relaciones de toda la vida. Los asperger no se suelen desenvolver en grupos grandes de personas, ellos quieren estar incluidos pero con su espacio necesario.
VER ENTRADA COMPLETA EN: http://sabescomohacerlo.com/4294/como-entender-el-sindrome-de-asperger/

Etapas de desarrollo cognitivo

Probablemente, la teoría más citada y conocida sobre desarrollo cognitivo en niños es la de Jean Piaget (1896-1980). La teoría de Piaget mantiene que los niños pasan a través de etapas específicas conforme su intelecto y capacidad para percibir las relaciones maduran.
Estas etapas se desarrollan en un orden fijo en todos los niños, y en todos los países. No obstante, la edad puede variar ligeramente de un niño a otro. Las etapas son las siguientes:

Etapa sensoriomotora

Esta etapa tiene lugar entre el nacimiento y los dos años de edad, conforme los niños comienzan a entender la información que perciben sus sentidos y su capacidad de interactuar con el mundo. Durante esta etapa, los niños aprenden a manipular objetos, aunque no pueden entender la permanencia de estos objetos si no están dentro del alcance de sus sentidos. Es decir, una vez que un objeto desaparece de la vista del niño o niña, no puede entender que todavía existe ese objeto (o persona). Por este motivo les resulta tan atrayente y sorprendente el juego al que muchos adultos juegan con sus hijos, consistente en esconder su cara tras un objeto, como un cojín, y luego volver a “aparecer”. Es un juego que contribuye, además, a que aprendan la permanencia del objeto, que es uno de los mayores logros de esta etapa: la capacidad de entender que estos objetos continúan existiendo aunque no pueda verlos. Esto incluye la capacidad para entender que cuando la madre sale de la habitación, regresará, lo cual aumenta su sensación de seguridad. Esta capacidad suelen adquirirla hacia el final de esta etapa y representa la habilidad para mantener una imagen mental del objeto (o persona) sin percibirlo.



Etapa preoperacional

Comienza cuando se ha comprendido la permanencia de objeto, y se extiende desde los dos hasta los siete años. Durante esta etapa, los niños aprenden cómo interactuar con su ambiente de una manera más compleja mediante el uso de palabras y de imágenes mentales. Esta etapa está marcada por el egocentrismo, o la creencia de que todas las personas ven el mundo de la misma manera que él o ella.

















Etapa de las operaciones concretas


Esta etapa tiene lugar entre los siete y doce años aproximadamente y está marcada por una disminución gradual del pensamiento 
egocéntrico y por la capacidad creciente de centrarse en más de un aspecto de un estímulo. Pueden entender el concepto de agrupar, sabiendo que un perro pequeño y un perro grande siguen siendo ambos perros, o que los diversos tipos de monedas y los billetes forman parte del concepto más amplio de dinero.





Sólo pueden aplicar esta nueva comprensión a los objetos concretos(aquellos que han experimentado con sus sentidos). Es decir, los objetos imaginados o los que no han visto, oído, o tocado, continúan siendo algo místicos para estos niños, y el pensamiento abstracto tiene todavía que desarrollarse.



Etapa de las operaciones formales

En la etapa final del desarrollo cognitivo (desde los doce años en adelante), los niños comienzan a desarrollar una visión más abstracta del mundo y a utilizar la lógica formal. Pueden aplicar la reversibilidad y la conservación a las situaciones tanto reales como imaginadas. También desarrollan una mayor comprensión del mundo y de la idea de causa y efecto.
Esta etapa se caracteriza por la capacidad para formular hipótesis y ponerlas a prueba para encontrar la solución a un problema.
Otra característica del individuo en esta etapa es su capacidad para razonar en contra de los hechos. Es decir, si le dan una afirmación y le piden que la utilice como la base de una discusión, es capaz de realizar la tarea. Por ejemplo, pueden razonar sobre la siguiente pregunta: ¿Qué pasaría si el cielo fuese rojo?”.





viernes, 16 de mayo de 2014

La Musicoterapia

La musicoterapia estimula el aprendizaje y el crecimiento personal
La aplicación terapéutica de la musicoterapia va más allá de ayudarnos a sentirnos bien: se presenta como una potente herramienta educativa y de intervención social. Posibilita la expresividad emocional y la comunicación, además de estimular el aprendizaje y el crecimiento personal. Para los profesionales que trabajan en el ámbito de la educación, la intervención social o, hasta la salud, conocer distintas técnicas y recursos de musicoterapia les ayuda en su práctica habitual.

domingo, 11 de mayo de 2014

Lo que los padres deben valorar a la hora de elegir el colegio para sus hijos

Para la mayoria de las familias supone una prioridad elegir un centro para sus hijos, ademas de una gran responsabilidad. En primer lugar hay que preguntarse si es el mejor colegio para nuestro hijo. Es primordial que los padres tengan claro que proyecto educativo quieren para sus hijos y que se cree un vinculo entre la familia y el colegio.
Todos los padres saben que la educación que reciban sus hijos determinará en gran medida su futuro profesional. Pero encontrar un buen colegio, que se ajuste a los gustos, las expectativas y el presupuesto de cada familia no es fácil. La primera dificultad llega cuando se plantean ¿qué tenemos que valorar de un centro?



martes, 6 de mayo de 2014

Amores de pareja

Comparto con vosotros este articulo escrito por el psicólogo Walter Riso, este enumera los cuatro pilares del amor perfecto: 
La confianza, el erotismo, la amistad y el cuidado el uno del otro son lo pilares que siempre deben mantenerse en la pareja: "«Los que aman demasiado no soportan estar lejos de la persona amada ni un minuto, una separación de días se les convierte en un suplicio».

El amor obsesivo
La obsesión implica que el amor se vuelve insaciable en la relación. Uno de los miembros de la pareja nunca está satisfecho con su relación,no puede hacer nada sin su pareja, y demuestra una gran dependencia», explica Riso. Un amor de estas características «es empalagoso y no tiene límites», con lo cual genera adversión con el tiempo. Es una de las sensaciones que sentirá la persona que sufre una relación así: al final se verá obligada a dar lo que quiere o no puede ofrecer, a estresarse por lo que exige esa relación amorosa, y hasta sentirse acosada
«Los que aman demasiado no soportan estar lejos de la persona amada ni un minuto, una separación de días se les convierte en un suplicio», afirma el autor de «Enamorados o esclavizados». Eso conlleva a que sienten la necesidad de estar cada vez más tiempo junto al otro; a tener pensamientos obsesivos (¿qué estará haciendo ahora?); a magnificar las virtudes del amado y creer que roza la perfección; e incluso a aumentar la frecuencia e intensidad de las relaciones sexuales. «Un error —dice Riso—, porque una relación necesita más cosas aparte del deseo: comunicación, buen humor, proyectos, gustos comunes, sintonía y respeto».
Amor fusionado
«Una pareja totalmente fusionada implica que ha perdido la identidad de uno mismo, se pierde el amor propio. Una persona no puede renunciar a lo que es», explica Riso. Si ese rol se establece en la relación es que uno no ama o ama mal, dice el psicólogo. Amar significa dejar que el otro sea como es y uno mismo ser como es.
Muchos enamorados de este tipo terminan adoptado los mismos gestos, chistes y hasta la forma de vestir de su pareja. La imitan. Pero puede llegar a más: aun instinto de posesión (¡eres mío/a!) y a pensar que uno mismo es parte de la otra persona.
El amor temeroso
«El miedo a la pérdida de la relación denota una persona insegura que tiene miedo al fracaso y al abandono», cuenta Walter Riso. Ese mismo miedo trae consigo otros muchos: el miedo a que la persona amada decepcione, a que el amor decaiga sin razón aparente, a que nos sea infiel y a que nos abandonen. «Este es el miedo que más caracteriza a los dependientes emocionales», afirma Riso.
Para hacer frente a todos estos temores, el psicólogo recomienda aceptar y concienciarse de que en el amor no hay certezas, de que es necesario asumir la incertidumbre.
El amor opresivo
Para Walter Riso «el amor debe respeta la Carta de los Derechos Humanos, en el sentido de respetar la libertad de cada uno». Es uno de los principios fundamentales para un amor sano e inteligente según aconseja este psicólogo. Y eso consiste en «respetar que el otro tenga sus propios amigos, actividades, sus propias preferencias, gustos y opiniones». En definitiva, que cada uno respete el desarrollo de la libre personalidad, sus principios, valores, metas esenciales y vitales.
Los cuatro pilares del amor perfecto

Walter Riso cree que el amor puede ser para toda la vida,pero no el enamoramiento. Sólo se trata de construir los pilares que pueden hacer la relación duradera hasta el fin de nuestros días. Estos son los firmes pilares que siempre deben mantenerse en la pareja.
1. La confianza es básica. «La certeza de que el otro nunca te va a hacer daño intencionadamente,. Si no tienes esta certeza vas mal», explica Riso.
2. El erotismo, «que fluya el deseo por el otro como un postre».
3. La amistad. Ser compinches, cómplices, tener humor en común y ganas de proteger al otro.
4. El afán de cuidado hacia el otro, «que tu dolor me duela».


Sin ataduras, ni dependencias, ni agobios, ni obsesiones... Un amor saludable e inteligente tampoco conoce presiones, posesiones, estrés... Lo cuenta el psicólogo Walter Riso en su nuevo libro «Enamorados o esclavizados», un manifiesto por la independencia afectiva aún teniendo pareja. El autor aboga por tomar las riendas de la propia autonomía emocional junto y al lado de ese o esa compañero/a especial, que cada uno disfrute de su espacio en esta vida con respeto, sin ataduras que anulen el desarrollo de la personalidad. Dice Riso queel amor debe ir «ligero de equipaje, libre y vital». Por eso, en sus páginas desgrana las señales que emiten aquellos que se dejan llevar y siente un amor dañino para la relación y para el otro. Además, ofrece sus consejos y reflexiones para afrontar esos sentimientos que pueden envenenar una pareja hasta destruirla.
El psicólogo considera que estos son los amores más dañinos para una relación.
«La obsesión implica que el amor se vuelve insaciable en la relación. Uno de los miembros de la pareja nunca está satisfecho con su relación,no puede hacer nada sin su pareja, y demuestra una gran dependencia», explica Riso. Un amor de estas características «es empalagoso y no tiene límites», con lo cual genera adversión con el tiempo. Es una de las sensaciones que sentirá la persona que sufre una relación así: al final se verá obligada a dar lo que quiere o no puede ofrecer, a estresarse por lo que exige esa relación amorosa, y hasta sentirse acosada.
«Los que aman demasiado no soportan estar lejos de la persona amada ni un minuto, una separación de días se les convierte en un suplicio», afirma el autor de «Enamorados o esclavizados». Eso conlleva a que sienten la necesidad de estar cada vez más tiempo junto al otro; a tener pensamientos obsesivos (¿qué estará haciendo ahora?); a magnificar las virtudes del amado y creer que roza la perfección; e incluso a aumentar la frecuencia e intensidad de las relaciones sexuales. «Un error —dice Riso—, porque una relación necesita más cosas aparte del deseo: comunicación, buen humor, proyectos, gustos comunes, sintonía y respeto».
«Una pareja totalmente fusionada implica que ha perdido la identidad de uno mismo, se pierde el amor propio. Una persona no puede renunciar a lo que es», explica Riso. Si ese rol se establece en la relación es que uno no ama o ama mal, dice el psicólogo. Amar significa dejar que el otro sea como es y uno mismo ser como es.
Muchos enamorados de este tipo terminan adoptado los mismos gestos, chistes y hasta la forma de vestir de su pareja. La imitan. Pero puede llegar a más: aun instinto de posesión (¡eres mío/a!) y a pensar que uno mismo es parte de la otra persona.
«El miedo a la pérdida de la relación denota una persona insegura que tiene miedo al fracaso y al abandono», cuenta Walter Riso. Ese mismo miedo trae consigo otros muchos: el miedo a que la persona amada decepcione, a que el amor decaiga sin razón aparente, a que nos sea infiel y a que nos abandonen. «Este es el miedo que más caracteriza a los dependientes emocionales», afirma Riso.
Para hacer frente a todos estos temores, el psicólogo recomienda aceptar y concienciarse de que en el amor no hay certezas, de que es necesario asumir la incertidumbre.
Para Walter Riso «el amor debe respeta la Carta de los Derechos Humanos, en el sentido de respetar la libertad de cada uno». Es uno de los principios fundamentales para un amor sano e inteligente según aconseja este psicólogo. Y eso consiste en «respetar que el otro tenga sus propios amigos, actividades, sus propias preferencias, gustos y opiniones». En definitiva, que cada uno respete el desarrollo de la libre personalidad, sus principios, valores, metas esenciales y vitales.
Leer articulo completo: http://www.abc.es/familia-parejas/20140408/abci-amores-daninos-pareja-201404031142.html

Beneficio de la lactancia materna