Para la mayoria de las familias supone una prioridad elegir un centro para sus hijos, ademas de una gran responsabilidad. En primer lugar hay que preguntarse si es el mejor colegio para nuestro hijo. Es primordial que los padres tengan claro que proyecto educativo quieren para sus hijos y que se cree un vinculo entre la familia y el colegio.
Todos los padres saben que la educación que reciban sus hijos determinará en gran medida su futuro profesional. Pero encontrar un buen colegio, que se ajuste a los gustos, las expectativas y el presupuesto de cada familia no es fácil. La primera dificultad llega cuando se plantean ¿qué tenemos que valorar de un centro?
1. El proyecto educativo. Detrás del ideario del centro se encuentran sus métodos educativos y los que esperan conseguir de sus alumnos a lo largo del proceso formativo.
2. La confesionalidad. Permite saber, por ejemplo, el papel que tendrá la religión en el plan de estudios o qué clase de formación ética y moral va a recibir el alumno. Los colegios religiosos suelen prestar una atención especial al comportamiento de los alumnos y a su disciplina. Los colegios privados laicos mantienen unas normas propias que también es importante conocer.
3. La formación. ¿En cuántos idiomas imparte formación el centro? ¿Qué importancia le da a la tecnología? ¿Utilizan los niños tablets, portátiles, pizarras digitales….? ¿Hay una buena oferta deportiva? ¿Qué notas han obtenido en Selectividad? Todos estos detalles pueden servir como referencia para valorar el nivel educativo de un centro.
4. Perfil de los alumnos. Saber cuántos niños hay por clase o si son alumnos de varias nacionalidades puede dar una idea del carácter internacional del centro y de la relación que tendrán con los profesores.
5. Servicios esenciales. Los más demandados por las familias son los de comedor, transporte y asistencia sanitaria. Tres servicios indispensables que cualquier centro de calidad debe ofrecer.
6. Instalaciones. Laboratorios, bibliotecas, aulas de idiomas, aulas de informática, salas de conferencias, gimnasio, pistas polideportivas, piscina, disponer de este tipo de instalaciones potencia las posibilidades de recibir una formación más amplia y variada.
7. Admisión y precio. Por lo general, se suele pedir una entrevista con los padres, el expediente académico del niño y algunas pruebas de nivel de conocimientos e idiomas. Para hacerse una idea el precio final hay que tener en cuenta además de la matrícula todos los posibles gastos extras como servicios de comedor y transporte, libros, clases extraescolares…, etc. Algunos centros privados ofrecen becas a sus alumnos.
8. Actividades extraescolares. Cada centro tiene plena libertad para organizar sus actividades y fijar sus horarios y precios. Los colegios de nivel ofrecen una amplia variedad de actividades culturales, musicales, de idiomas, deportes, así como clases de refuerzo o programas de intercambio en verano.
9. Servicios de orientación. Todos los centros deben ofrecer a sus alumnos un servicio de orientación. La orientación pedagógica sirve para desarrollar las capacidades del estudiante y ayudarle a superar cualquier dificultad. Mientras que la orientación profesional intenta mostrar al alumno sus posibilidades laborales y motivarle a descubrir cuál es su vocación.
10. Tutorías. El tutor sirve de unión entre el alumno y el colegio. Vigila el progreso académico de los niños, es el encargado de detectar cualquier problema de adaptación o aprendizaje y de mantener informados a los padres de su evolución.
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