jueves, 30 de noviembre de 2017

Estimulación a los niños de 1 a 3 años a hablar

A muchos niños les encanta hablar, incluso a los que dicen solo pocas palabras. Para los pequeños, hablar no es solo divertido, sino que también les ayuda a desarrollar sus habilidades comunicativas. ¿Cómo puedes motivar a tu niño para que hable contigo y mantenga su interés? 

 Habla con tu niño sobre las actividades diarias


Para un niño pequeño, cada día es una aventura. Aprovecha cualquier actividad que hagas con tu hijo para hablar sobre ello. Anímalo a que te haga preguntas sobre cualquier duda que tenga. 

Antes de acostarlo por la noche, preguntale sobre lo que hicieron durante el día. Si las respuestas de tu pequeño son súper cortitas (de dos palabras, por ejemplo), trata de hacerle preguntas específicas para que te ofrezca más detalles. 

Digamos que tu niño te contó que fue al parque. Motívalo para que te diga más, con preguntas como las siguientes: “¿Quién te llevó al parque?”, “¿Con quién jugaste?”, “¿Qué juego te gustó más?”. 


Al pensar en tus preguntas, procura que las respuestas vayan más allá de un sí o un no. Recordar y hablar sobre lo que ocurrió en el día, puede ser muy útil para los padres cuyos niños van a un centro de cuidado infantil.


Haz una pausa mientras le lees a tu niño 


Después de leer cien veces el libro favorito de tu niño, no te sorprenda que se lo sepa de memoria. Una manera de motivarlo para que practique sus habilidades verbales en constante desarrollo, es hacer una pausa en diferentes partes de sus libros favoritos para dejar que él complete la oración. 

Si tu pequeño necesita una ayuda, dale alguna clave o pista. Si le dices la palabra que falta, pídele que la repita después de escucharla. Eso le permitirá practicar la pronunciación de palabras nuevas.


Diviértanse con juegos de palabras


Hablar será muchísimo más divertido para tu niño cuando se convierta en un juego. Cuando estés en cualquier lugar (un café, el aeropuerto, el supermercado, etc.) jueguen a descubrir cosas (pregúntense el uno al otro “¿Qué es esto?”). Señala todo tipo de objetos y pídele a tu niño que diga el nombre correcto. Para que no se frustre, empieza con un par de cosas que ya conoce (un carro, un gato o una manzana, por ejemplo). 



Luego, de vez en cuando, apunta hacia algún objeto que es nuevo para él. Si no sabe la palabra, dísela al oído y déjalo que la repita en voz alta. Descríbele el objeto y explícale cómo funciona. (“Esto se llama paraguas y lo usamos sobre nuestras cabezas cuando llueve para no mojarnos”). 

A los niños más grandecitos les gustan los juegos un poco más difíciles. Uno que puedes probar es preguntarle a tu hijo “¿Qué pasa después?”. Empieza a contarle un cuento, y cuando estés en lo más emocionante de la historia, pídele que describa lo que ocurre después. 

Si tu niño aún no cuenta con las habilidades verbales como para darte muchos detalles sobre el relato, le puedes hacer algunas preguntas clave para ayudarle. Por ejemplo, “¿Crees que el perrito se escapó?” Una vez que decidan cómo va la historia, puedes preguntarle más cosas como “¿Dónde crees que encontrarán al perrito?” o “¿Quién lo encontrará?”.


Motiva a tu niño a hablar por teléfono


La mayoría de los niños desarrolla una fascinación por los teléfonos mucho antes de que puedan decir una palabra. Eso te puede ayudar a animar a tu niño a hablar. Cuando recibas llamadas de tu familia o tus amigos, pásale el teléfono a tu niño por un ratito. 

Trata de no hacer videollamadas para que tu hijo no utilice pistas visuales que lo ayuden a comunicarse. Eso lo forzará a pulir su pronunciación. Si notas que empieza a frustrarse, es recomendable que le ayudes a expresar lo que quiere decir. 

Ponte de acuerdo con la persona que está en la otra línea de antemano. Pídele que le haga a tu niño preguntas sencillas. Si tu niño no las contesta, dale una ayudadita. Algunas ideas: “¿Puedes decirle a tu abuela qué comiste esta mañana?” o “¿Con qué juguetes jugaste hoy en el parque?”.


Incluye a tu niño en la conversación


No asumas que a los pequeños no les interesan las conversaciones de los adultos. Tu niño comprende más de lo que piensas. 

Si tú y tu pareja hablan sobre el color que pintarán la cocina, por ejemplo, hazle preguntas a tu niño al respecto (“¿De qué color es la pared de la cocina?” o “¿Qué color te gustaría para pintar las paredes de la cocina?”). Aunque es poco probable que termines pintando las paredes del color favorito de tu niño (un rojo brillante), es bueno que brinde su opinión.


Graba a tu niño en vídeo


A la mayoría de los niños les encanta que los filmen. Avísale que lo estás grabando para ver cómo reacciona. Algunos niños empezarán su espectáculo de inmediato, mientras que otros necesitarán que los orienten un poco sobre qué hacer frente a la cámara. Si tu niño tiene una canción favorita, pídele que la cante. 

Hazle una serie de preguntas como si estuvieran en un programa de televisión. Para mantener su interés, enséñale pronto su video. Una vez que se vea y escuche a sí mismo, estará emocionado de ser el protagonista de más “películas”.

Dias sin cole en Jugalandia


lunes, 27 de noviembre de 2017

Como deben ayudar los padres con las tareas del colegio?

¿Tenemos muchos deberes para hoy? ¿No sabes qué deberes tenemos que hacer? ¡Escribo en el grupo de whatsapp y nos enteramos! Estas y otras frases harán mucho más daño a tu hijo de lo que piensas...
Lejos del debate de si el colegio de nuestro hijo pone demasiados deberes o de si los niños deben hacer deberes en vez de jugar hoy queremos tratar el tema de los deberes con optimismo. Ya sabemos que existen muchas asociaciones de padres de alumnos que denuncian el exceso de deberes como un elemento de desigualdad y un síntoma de que la escuela no responde adecuadamente a las necesidades educativas.

Los niños acaban la jornada escolar, y muchos padres preguntamos '¿qué deberes tenemos para hoy'? Nuria Pérez, fundadora de Sparks&Rockets un proyecto que ayuda a las madres, nos recuerda, algo obvio pero que hemos olvidado, las tareas escolares no son un deber de los padres. Debemos inculcarles el hábito de estudio pero no estudiar con ellos. 
Los deberes durante los primeros cursos de educación primaria se mandan para ir adquiriendo ese hábito de estudio. No importa tanto el resultado como el simple hecho de que se vayan responsabilizando, se enteren en la clase qué tarea les toca para esa tarde... Esa es la gran enseñanza: ser responsables. 
Si nosotros escribimos en el  grupo de whatsapp del colegio preguntado qué deberes tiene tu hijo  le estarás sobreprotegiendo y no aprenderá a solucionar de adulto sus propios problemas. Desde los 5 años de edad, se puede instaurar un “momento de los deberes”, que vaya incorporándose en casa de manera paulatina, en el que el niño incorpore como algo natural el tener un espacio para hacer actividades concretas (ya sea pintar, leer) que a medida que crezca se irá volviendo más complejo. Este es el cimiento de los futuros hábitos de estudio.
Ayudar a los niños con los deberes no siempre resulta fácil y hay que tener presente qué actitudes debemos evitar. Paciencia, organización y comprensión serán tus grandes aliados.

jueves, 23 de noviembre de 2017

Fomento de la Inteligencia en los niños

La Inteligencia Emocional aporta bienestar, comencemos a estimularla desde pequeños y nos aseguraremos de que nuestros hijos serán personas felices.





En los últimos años se ha ido comprendiendo el valor de una inteligencia emocional potenciada y bien educada. La capacidad de regular con conocimiento nuestras emociones, sin reprimirlas sino mediante una buena gestión de las mismas, nos permite vivir con paz y armonía y ¿quién no desea eso para sus hijos? 

La Inteligencia emocional es la capacidad de identificar, nombrar, expresar y regular nuestras emociones de manera saludable y, a la vez, ser capaces de identificar también las emociones ajenas. 

Es también la capacidad para automotivarnos, controlar nuestros impulsos, la tolerancia a la frustración, la demora de las gratificaciones, la habilidad para conectar, identificar y regular nuestros propios estados de ánimo y la capacidad para empatizar y ponernos en el lugar de otra persona, identificando sus sentimientos y comprendiendo su comportamiento ante ellos, así como para confiar en los demás. 

Es por eso que una Inteligencia Emocional bien potenciada y educada mejora el rendimiento de la persona y su bienestar. Las emociones influyen en el tipo de pensamientos que tenemos y, por tanto, incide directamente sobre nuestra conducta y nuestra salud mental y, de manera indirecta pero totalmente relacionada, repercute en las relaciones sociales y en los procesos de toma de decisiones. 

Por todo lo anterior es fundamental estimular y fomentar la Inteligencia Emocional en los niños tanto como fomentamos y estimulamos otras cosas como el hábito y el amor por la lectura o la Inteligencia Matemática.

¿Cómo podemos estimular la Inteligencia Emocional en los niños?

Para empezar el peque debe conocer el nombre de los sentimientos: alegría, sorpresa, tristeza, miedo, enfado… De esta forma le ayudamos a identificar y nombrar lo que experimenta. Otra estrategia es relacionar un gesto con un sentimiento y, una vez identificado, sin reprimirlo, les orientaremos con formas de actuar saludables ante las distintas emociones. 

Además, hay que recordar que los niños aprenden por imitación así que si nosotros mismos actuamos con empatía y somos seres asertivos, nuestros niños identificarán nuestra conducta y la interiorizarán aprendiendo a relacionarse de esta manera, del mismo modo que si nos ven actuar con empatía, serán personas empáticas.

¿Cómo fomentar el desarrollo de la Inteligencia Emocional?

  • Ayudarles a identificar y nombrar sus emociones.
  • Respetar su estado emocional.
  • Normalizar y validar sus emociones.
  • Elaborar, conjuntamente con el niño, alternativas saludables de expresión emocional.

Existen diferentes estrategias para la estimulación de este tipo de inteligencia, lo mejor es hacer una combinación de todas, así nos aseguraremos que, de manera natural, el niño desarrolla y potencia correctamente su capacidad de sentir y comprender esos sentimientos y emociones. 
Muchos piensan que las emociones que sienten los bebés son escasas pero la realidad es otra. Los bebés cuando nacen, lo hacen con la capacidad de sentir dolor y también sensaciones placenteras y, a partir de los tres meses, comienzan a experimentar las emociones básicas: tristeza, alegría, enfado, sorpresa, asco y miedo.

Tener más de 40 años no es un impedimento para quedarse embarazada

Cada vez retrasamos más la edad para ser madres, de hecho, muchas mujeres se lo plantean al cumplir 40 años. ¿A esta edad todavía me puedo quedar embarazada? Es la pregunta que nos hacemos muchas de nosotras. El ginecólogo, Pedro de la Fuente, nos habla de las posibilidades de conseguir el embarazo a esta edad

Más pruebas para confirmar que todo está bien
Las posibilidades de que el hijo tenga una alteración cromosómica son más elevadas: entre las madres de 44 años nace un niño con síndrome de Down por cada 31 partos. La buena noticia es que se puede calcular el riesgo al comienzo del embarazo con el triple Screenig.
Esta prueba consiste en evaluar conjuntamente la edad de la embarazada, los niveles en la sangre de las hormonas beta hCG y PAPPA y el pliegue nucal del feto, que se mide en la ecografía.
Si el riesgo es mayor de 1 cada 274, se aconseja practicar amniocentesis para realizar el diagnósticoSi eres una mujer sana, puedes asumir perfectamente el riesgo de quedarte embarazada a esta edad.
Tener más de 40 años no es un impedimento para la gestación. Pero, eso sí la calidad de los óvulos es peor y eso hace que la fertilidad disminuya. Además, a partir de los 40, el riesgo de complicaciones es mayor, pero ambas cosas no son un motivo suficiente para renunciar a ser madre.
¿Por qué ocurre esto? Las mujeres nacemos con un número determinado de foliculos que producen, mes a mes, los óvulos. El número total depende de cada mujer, pero va disminuyendo a medida que esta se acerca a la menopausia. Por tanto, el número de óvulos que se producen cada mes es menor. Es por ello que se dice que es más difícil quedarse embarazada cuando estamos llegando a los 40.
Además, cuando llegamos a esta edad, el riesgo de sufrir complicaciones en el embarazo es algo mayor. Son las enfermedades asociadas a esta edad la que pueden hacen que el embarazo esté siempre considerado de riesgo. Entre ellas, la hipertensión, la diabetes o los trastornos autoinmunes. También existe riesgo más alto de que el bebé nazca con síndrome de down u otras afecciones.
Entre los riesgos, existen algunos que pueden afectar al feto y otros que pueden afectar a la mamá. Eso sí, cabe añadir que no siempre tiene que ser así y que, de hecho, la cota de mujeres que se quedan embarazadas después de los 40 y sufren algún problema es muy baja.
Los más comunes que pueden afectar al feto son, entre otros, mayor riesgo de cromosomopatías (como el Sindrome de Down) o cardiopatías leves; más posibilidad de aborto y más posibilidad de parto prematuro (debido a las enfermedades de esta edad que hemos comentado antes).
Además, con lo que respecta a la madre, hay más posibilidad de que sufra diabetes gestacional o aumento excesivo de peso. También puede darse un parto más largo en el caso de las madres primerizas. Eso desemboca en que el bebé sufra más.




lunes, 20 de noviembre de 2017

Día Internacional del Niño

Este día quiere recordar a la ciudadanía que los niños son el colectivo más vulnerable y que más sufre las crisis y los problemas del mundo. Recuerda que todos los niños tienen derecho a la salud, la educación y la protección, independientemente del lugar del mundo en el que haya nacido.

El Día Universal del Niño, que se celebra todos los años el 20 de noviembre, es un día dedicado a todos los niños y niñas del mundo. Es un día de celebración por los avances conseguidos, pero sobre todo es un día para llamar la atención sobre la situación de los niños más desfavorecidos, dar a conocer los derechos de la infancia y concienciar a las personas de la importancia de trabajar día a día por su bienestar y desarrollo.   



domingo, 19 de noviembre de 2017

Adaptacion del niño a la escuela

En la primera infancia, todo es nuevo para los niños. Y sólo los padres son los únicos que pueden ayudarles con el apoyo y la comprensión que ellos necesitan en momentos como éste. La integración del niño en una escuela debe realizarse paulatinamente, es decir, pasito a pasito, sin prisas ni agobios. Es muy importante respetar los tiempos y las exigencias de cada niño en particular.
Para conseguir que tu hijo se adapte bien a la escuela infantil o al colegio, sobre todo, si es la primera vez que le llevas, es recomendable seguir estos consejos que le ayudarán a superar esta situación con naturalidad.
-Adaptación horaria:  Al principio, lleva al niño sólo durante unas algunas horas a la escuela infantil y, poco a poco, ve aumentando el horario. Cada niño necesita de su tiempo.
-Objetos de apego: Deja que tu hijo lleve, se así lo desea, su juguete preferido, o algo que le sea familiar y le mantenga unido con su hogar.
-Despedidas rápidas: Evita prolongar las despedidas en exceso. Hay que transmitir seguridad al niño y evitar dramatismos. Tu hijo debe saber que dentro de un rato vendrás a recogerle y que lo que estás haciendo es lo mejor para él.
-Motivación y ánimo: Al salir de la escuela infantil,dedica tiempo a tu hijo, jugando con él. Es bueno que descubra que lo que hace en el centro no es tan distinto de lo que hace habitualmente en casa. Anímale a compartir contigo las experiencias que aprende en la escuela. Y demuestra alegría y entusiasmo por sus progresos.
-Entradas y salidas: Es conveniente que la madre o el padre vayan a llevarle y a recogerle. Esta rutina le proporcionará seguridad y, además, se acostumbrará antes al cambio.
-Contacto directo: Siempre que lo consideres necesario habla con la profesora o educadora sobre tus dudas, tus inquietudes y sobre cualquier cambio que observes en el niño.
-Actividades: Busca estar informada sobre las actividades que están desarrollando en clase: fichas, canciones nuevas, estaciones del año, etc, para entender y potenciar su aprendizaje.
-Evolución y etapas: Los aspectos de la evolución del niño deben ser coordinados con las educadoras (retirada del pañal o del chupete) para que se lleven de la misma forma en casa y en la escuela.
-Ambiente relajado: Para una mejor adaptación del niño a la escuela infantil conviene que su día no empiece con prisas o agobios por salir de casa. Así que nada de prisas por la mañana. Procura despertarle con tiempo para que desayune tranquilamente y se dirija sin agobios a la escuela infantil.


viernes, 17 de noviembre de 2017

La importancia del juego en los niños

El juego constituye un elemento básico en la vida del niño, que ademas de divertido es necesario para su desarrollo.
Pero ¿por qué es importante y qué les aporta? Los niños necesitan estar activos para crecer y desarrollar sus capacidades, el juego es importante para el aprendizaje y desarrollo integral de los niños puesto que aprenden a conocer la vida jugando. 
Los niños necesitan hacer las cosas una y otra vez antes de aprenderlas por lo que los juegos tienen carácter formativo al hacerlos enfrentar una y otra vez, situaciones las cuales podrán dominarlas o adaptarse a ellas. 

Además, los juegos pueden ser de todo tipo: de mesa, deportivos, etcétera. A través del juego los niños buscan, exploran, prueban y descubren el mundo por sí mismos, siendo un instrumento eficaz para la educación.


El juego desarrolla diferentes capacidades en el niño

El juego es un ejercicio que realiza el niño para desarrollar diferentes capacidades:

Físicas: para jugar los niños se mueven, ejercitándose casi sin darse cuenta, con lo cual desarrollan su coordinación psicomotriz y la motricidad gruesa y fina; además de ser saludable para todo su cuerpo, músculos, huesos, pulmones, corazón, etc., por el ejercicio que realizan, además de permitirles dormir bien durante la noche. 

- Desarrollo sensorial y mental: mediante la discriminación de formas, tamaños, colores, texturas, etc.

Afectivas: al experimentar emociones como sorpresa, expectación o alegría; y también como solución de conflictos emocionales al satisfacer sus necesidades y deseos que en la vida real no podrán darse ayudándolos a enfrentar situaciones cotidianas. 

- Creatividad e imaginación: el juego las despierta y las desarrolla. 

- Forma hábitos de cooperación:  para poder jugar se necesita de un compañero.

- El juego hace que los bebés y niños pequeños aprendan a conocer su cuerpo:  los límites de él y su entorno.




Los niños deben disfrutar de sus juegos y recreaciones y deben ser orientados hacia fines educativos para así conseguir el máximo beneficio. En un inicio, los niños sólo se desenvuelven por la percepción inmediata de la situación, hacen lo primero que se les viene a la mente, pero este tipo de acción tiene sus límites sobre todo cuando hay problemas; mediante el juego el niño aprende a desenvolverse en el ambiente mental, utilizando el pensamiento para ir más allá del mundo externo concreto, logrando guiar su conducta por el significado de la situación obligándolo y motivándolo a desarrollar estrategias para la solución de sus problemas.

El juego y la edad del niño 


A partir de los dos años de edad, el niño comienza una nueva etapa de juego utilizando su experiencia anterior para conseguir nuevos aprendizajes más elaborados debido a que la naturaleza de sus juegos cambiará porque está desarrollando su capacidad para pensar el sus nuevos descubrimientos, comienza a comunicarse fluidamente, amplia su vocabulario y cuenta con un mejor dominio de su cuerpo (motricidad gruesa y fina), haciendo que busque nuevas experiencias  compañeros de juego para desenvolver su imaginación participando más en el mundo de los adultos. 

La etapa escolar significa otro escalón en el progreso de sus juegos, ahora juegan en el colegio y al llegar a casa siguen jugando y poniendo en práctica lo que han vivido y aprendido en el colegio, imitando la realidad, representando por medio del juego simbólico todo lo que han vivido o quieren vivir, permitiéndoles exteriorizar sus emociones: alegrías, sentimientos, momentos difíciles, frustaciones, etc.




Y muchos dicen: “¿De verdad crees que los niños no deben hacer nada más que jugar? ¿No deben tener responsabilidades? ¿No tienen que tener unos límites? "Pues claro que sí. Todo va de la mano. Y es necesario inculcar valores y educar pero sin olvidarnos de que son niños y han venido al mundo a jugar, a descubrirlo con una mirada única y particular que sólo ellos como niños tienen.
Dejemos que los niños descubran el mundo jugando. Hay tiempo para todo y esa magia sólo durará unos años.
Tienen toda la vida para ser adultos pero nunca volverán a ser niños. 





lunes, 13 de noviembre de 2017

Jugalandia II








Jugalandia

Tu Gran Centro de Ocio y Restauración En Ciudad Real.
MOMENTOS DE DIVERSIÓN EN FAMILIA

Nos lo estabas pidiendo

-Jugalandia es un centro de ocio y aprendizaje para los pequeños de la casa

-Aquí aprovechamos el tiempo libre realizando actividades que completan y afianzan el aprendizaje de los niños, al mismo tiempo que comparten experiencias y sensaciones

-Niños con edades comprendidas entre los 0-12 años

En jugalandia nos encontramos con instalaciones totalmente seguras, equipadas y adaptadas a las necesidades de los mas pequeños. El centro cuenta con amplias estancias climatizadas y diferentes espacios: sala de tareas, sala pintacaras, escenario infantil, sala de lactancia, Aseo infantil totalmente adaptado a los mas pequeños, parque de bolas...

Nos encontramos en: Calle Herreros, 10, 13170 Miguelturra (Ciudad Real)














 

viernes, 10 de noviembre de 2017

Niños bilingües

Un niño bilingüe puede entender y expresarse en dos o más idiomas

Nunca es demasiado pronto o demasiado tarde para aprender un nuevo idioma. Cuanto más pequeño sea el niño, más facilidades tendrá para escuchar, familiarizarse, aprender otro idioma y convertirse en un niño bilingüe. Parece ser que esta facilidad para aprender otro idioma, además del estímulo materno, según los expertos, se debe a que en los primeros años de la infancia se desarrollan determinadas zonas del cerebro fundamentales en el aprendizaje lingüístico.

Algunos estudios demuestran que el niño que habla dos idiomas desarrolla más rápido ciertas destrezas como la atención selectiva, una habilidad para concentrarse en detalles importantes y no hacer caso a la información confusa o que le distrae.

¿Qué quiere decir ser bilingüe?

Una persona bilingüe es aquella que puede entender, comunicarse y expresarse de una forma clara, perfecta y precisa, en dos idiomas distintos. Si esta persona hace lo mismo con más de dos idiomas se la denomina plurilingüe. El bilingüismo es una realidad en muchas familias. La inmigración es uno de los factores que crea la necesidad de aprender más de un idioma. En muchos hogares, los niños se acostumbran a oír hablar a sus padres más de un idioma, sea por sus orígenes o porque simplemente quieren animar al niño a que aprenda un idioma de una forma más natural, en el día a día.

Ventajas del bilingüismo en la infancia

Existen muchas razones por las que muchos padres se esfuerzan para que sus hijos sean bilingües. El cambio de casa a otro país es una de ellas. Un cambio en este sentido representa que a través de un nuevo idioma y de un nuevo país, el niño irá aprender también una nueva cultura, lo que será extremamente enriquecedor para toda la familia. Sabemos que la multiplicidad de culturas y de lenguas representa una riqueza incalculable y un empujón hacia el progreso.
Otro idioma trae raíces, valores, cultura y toda una historia a los niños. Otras de las razones que hacen que los niños sean bilingües es el hecho de que residan en un país donde se hable más de un idioma, como podría ser Canadá donde el inglés y el francés son lenguas oficiales y un gran porcentaje de su población es enteramente bilingüe, casi sin tener conciencia de ello.

Padre y madre con idiomas distintos

En familias, donde el padre o la madre son de otro país, se despierta el interés de sus hijos por hablar ambos idiomas. A pesar de que el niño adopta el idioma del lugar de residencia con más facilidad porque es el que habla también fuera de casa, si dentro le hablamos en otra lengua, la aprenderá sin esfuerzo y con naturalidad. Los niños, naturalmente, no quieren hablar otro idioma que no sea el que hablen con sus amiguitos, compañeros del colegio y demás personas. Pero si quieres que tu hijo hable el idioma de la familia de su papá o de su mamá, dependerá solamente del empeño de los padres.
Aunque el niño se resista a aprender el segundo idioma, el padre o la madre que lo hable tendrá que continuar hablándolo en casa con sus hijos. El bilinguismo también puede no tener una razón evidente en una familia. Pero muchos padres lo ven necesario para enriquecer el futuro académico y laboral de sus hijos. Muchos creen que un segundo o tercer idioma puede abrir puertas profesionales a sus hijos en un futuro.

miércoles, 8 de noviembre de 2017

¿Porqué hay que repetirles todos los días lo mismo a los niños?

El encargado de responder a todas estas preguntas y de hacernos eficaces a la hora de llevar a cabo la respuesta, es nuestro “cerebro” y en concreto LAS FUNCIONES EJECUTIVAS.



Las funciones ejecutivas son cruciales para el buen desarrollo del niño, así como para una adecuada adaptación personal, escolar, social y familiar del mismo. Cuando estas funciones cerebrales no realizan correctamente su función en los niños y no se activan en el momento de planificar, organizar, revisar y evaluar la conducta para conseguir una meta o un objetivo, observamos que les tenemos que repetir siempre lo mismo, pierden las cosas, se ponen a jugar en lugar de hacer los deberes, antes de salir de casa se acuerdan que tienen que llevar una cartulina azul, etc.

Los déficit es las funciones ejecutivas producen en los niños una inadecuada inhibición de la conducta que se refleja en sus respuestas impulsivas que producen errores en su conducta y se traducen en un mal rendimiento académico, desobediencia, disputas sociales, etc.
Por otro lado también son las encargadas de organizar, establecer prioridades, activarse para las tareas y gestionar el tiempo, de ahí que en ocasiones  aunque saben que tienen que hacer determinadas tareas no encuentran el momento de hacerlas, dejan las cosas para mañana y tienen dificultades para planificar y regular el orden de las actividades según su importancia. Los problemas derivados de su dificultad para el manejo de la frustración y regulación de las emociones se observa en sus reacciones desproporcionadas ante la frustración y dificultades para controlar las expresiones de ira, tristeza y desaliento, sobre todo ante el fracaso o la crítica.

Tenemos que actuar desde que son pequeños evitando dar la sensación de que todo vale. Debemos marcar normas desde el principio siendo una de ellas la de obedecer. Algunos consejos:
1. Ser un ejemplo, un modelo a la hora de hacer las tareas. Por ejemplo: guardar juntos los juguetes hasta que puede hacerlo solo.
2. Felicitar, abrazar, besar, reconocerle cuando hace las cosas bien.
3. Las cosas hay que decírselas con contacto, es decir, mirándole a los ojos. Si se hace desde la distancia no funciona.
4. Ni gritar, ni amenazar ya que podemos lograr el efecto contrario.
5. La paciencia es importante. Hemos de saber que no obedecerá a la primera.

martes, 7 de noviembre de 2017

Lactancia materna y cáncer de mama

Según numerosos estudios, la lactancia materna contribuye a prevenir el cáncer de mama. ¿Es cierto? De ser así, ¿por qué dar el pecho al bebé protege frente al cáncer? 

Se dice que tener hijos protege frente al cáncer de mama, pero ¿es cierto? Según numerosos estudios, en especial una investigación realizada en 30 países, existe una relación entre la lactancia materna y la prevención del cáncer de mama: cuanto más tiempo la mamá amamanta a su bebé, menor es el riesgo de desarrollar el cáncer. Parece ser que existe un efecto protector frente a esta enfermedad durante la maduración de las células mamarias debido a la producción de leche. 
Recientemente algunos estudios realizados, han observado que durante la lactancia se da una menor síntesis de ADN, el cual contiene el material genético y, por tanto, se reduce la probabilidad de desarrollar mutaciones o alteraciones genéticas que puedan desarrollar el cáncer. Sin embargo, cabe destacar que que el efecto protector contra el cáncer de mama en las mujeres que han dado el pecho a sus hijos se mantiene hasta que se alcanza la menopausia. Después, la protección parece disminuir por causas aun desconocidas. Veamos, punto por punto, todo aquello relacionado con la maternidad y el cáncer de mama.

1. Lactancia materna y cáncer de mama
La lactancia materna constituye un factor protector contra el cáncer de mama. De hecho, según un estudio realizado por la Universidad de Granada a 504 mujeres, aquellas personas que dan el pecho a sus hijos y no fuman tienden a desarrollar cáncer de mama en edades más avanzadas que las otras que no han amantado a sus hijos y que fuman. Sin embargo, a pesar de los estudios, no se puede afirmar que las mamás que dan el pecho tienen una mayor protección frente a la enfermedad que las madres que no lo hacen. Esto significa que no se debe bajar nunca la guardia y que se deben seguir las recomendaciones de prevención frente al cáncer. 



2. ¿Qué favorece el desarrollo del cáncer?
Existen varios elementos que, de alguna manera, contribuyen al desarrollo del cáncer de mama. Algunos de los más importantes no se pueden modificar: herencia genética, características de las glándulas mamarias de cada mujer y antecedentes familiares. Se hace referencia a la herencia genética, cuando los padres transmiten a sus hijos los genes alterados responsables del cáncer de mama (BRCA1 y BRCA2). Por otro lado, se habla de antecedentes familiares, cuando existen más de dos casos en la familia. Sin embargo, en este sentido, no se considera riesgo de antecedentes familiares si los casos de cáncer se han dado después de los 50 años. Para hacer frente a estos factores de riesgo, que no se pueden modificar, es muy importante realizar una adecuada prevención acudiendo a las revisiones periódicas al ginecólogo.
3. ¿Cuales son los factores de riesgo?
 La obesidad.
· Fumar.
· Consumir alcohol.
· Llevar una vida sedentaria.
· Nutrirse de forma incorrecta (dieta hipercalórica, rica en azúcares y carnes y pobre en frutas y verduras).
4. La mastectomía como prevención
Normalmente, la mastectomía preventiva se realiza únicamente a mujeres con una alteración genética que determina que tienen un riesgo muy alto de enfermar. La alternativa consiste en someterse a un programa de vigilancia que incluye realizarse anualmente una mamografía. Las mujeres que tienen miedo de padecer un alto riesgo de desarrollar cáncer de mama pueden acudir a centros especializados para someterse a las pruebas pertinentes a nivel genético. Cabe recordar que la decisión de someterse a la mastectomía preventiva no es fácil y puede tener efectos psicológicos graves, especialmente si se hace a una edad temprana. La decisión debe tomarse con la ayuda y el asesoramiento de un equipo multidisciplinario de médicos.