martes, 7 de noviembre de 2017

Lactancia materna y cáncer de mama

Según numerosos estudios, la lactancia materna contribuye a prevenir el cáncer de mama. ¿Es cierto? De ser así, ¿por qué dar el pecho al bebé protege frente al cáncer? 

Se dice que tener hijos protege frente al cáncer de mama, pero ¿es cierto? Según numerosos estudios, en especial una investigación realizada en 30 países, existe una relación entre la lactancia materna y la prevención del cáncer de mama: cuanto más tiempo la mamá amamanta a su bebé, menor es el riesgo de desarrollar el cáncer. Parece ser que existe un efecto protector frente a esta enfermedad durante la maduración de las células mamarias debido a la producción de leche. 
Recientemente algunos estudios realizados, han observado que durante la lactancia se da una menor síntesis de ADN, el cual contiene el material genético y, por tanto, se reduce la probabilidad de desarrollar mutaciones o alteraciones genéticas que puedan desarrollar el cáncer. Sin embargo, cabe destacar que que el efecto protector contra el cáncer de mama en las mujeres que han dado el pecho a sus hijos se mantiene hasta que se alcanza la menopausia. Después, la protección parece disminuir por causas aun desconocidas. Veamos, punto por punto, todo aquello relacionado con la maternidad y el cáncer de mama.

1. Lactancia materna y cáncer de mama
La lactancia materna constituye un factor protector contra el cáncer de mama. De hecho, según un estudio realizado por la Universidad de Granada a 504 mujeres, aquellas personas que dan el pecho a sus hijos y no fuman tienden a desarrollar cáncer de mama en edades más avanzadas que las otras que no han amantado a sus hijos y que fuman. Sin embargo, a pesar de los estudios, no se puede afirmar que las mamás que dan el pecho tienen una mayor protección frente a la enfermedad que las madres que no lo hacen. Esto significa que no se debe bajar nunca la guardia y que se deben seguir las recomendaciones de prevención frente al cáncer. 



2. ¿Qué favorece el desarrollo del cáncer?
Existen varios elementos que, de alguna manera, contribuyen al desarrollo del cáncer de mama. Algunos de los más importantes no se pueden modificar: herencia genética, características de las glándulas mamarias de cada mujer y antecedentes familiares. Se hace referencia a la herencia genética, cuando los padres transmiten a sus hijos los genes alterados responsables del cáncer de mama (BRCA1 y BRCA2). Por otro lado, se habla de antecedentes familiares, cuando existen más de dos casos en la familia. Sin embargo, en este sentido, no se considera riesgo de antecedentes familiares si los casos de cáncer se han dado después de los 50 años. Para hacer frente a estos factores de riesgo, que no se pueden modificar, es muy importante realizar una adecuada prevención acudiendo a las revisiones periódicas al ginecólogo.
3. ¿Cuales son los factores de riesgo?
 La obesidad.
· Fumar.
· Consumir alcohol.
· Llevar una vida sedentaria.
· Nutrirse de forma incorrecta (dieta hipercalórica, rica en azúcares y carnes y pobre en frutas y verduras).
4. La mastectomía como prevención
Normalmente, la mastectomía preventiva se realiza únicamente a mujeres con una alteración genética que determina que tienen un riesgo muy alto de enfermar. La alternativa consiste en someterse a un programa de vigilancia que incluye realizarse anualmente una mamografía. Las mujeres que tienen miedo de padecer un alto riesgo de desarrollar cáncer de mama pueden acudir a centros especializados para someterse a las pruebas pertinentes a nivel genético. Cabe recordar que la decisión de someterse a la mastectomía preventiva no es fácil y puede tener efectos psicológicos graves, especialmente si se hace a una edad temprana. La decisión debe tomarse con la ayuda y el asesoramiento de un equipo multidisciplinario de médicos.


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