Optimismo y Alegria

Podemos decir que la alegría es el valor de los valores.  Todos los valores tienden a la felicidad del hombre, por eso, la educación debe ser un valor que acerque a la alegría.

La alegría se aprende. Este aprendizaje es una de las tareas primordiales de la educación. Para “enseñar alegría” es muy importante vivirla. Los educadores somos mediadores entre el niño y somos mediadores entre los valores. Estos se aprenden fundamentalmente por contagio y su asimilación será mayor cuanto más presentes los tengamos en nuestro ser y en nuestra forma de actuar.

La tendencia que lleva al hombre al camino de la felicidad supone optimismo y realidad fundada en que en el mundo hay algo bueno, valioso, que es posible y conviene alcanzar. Pienso que la verdadera alegría, la sincera, la real, es que disfrutemos de las cosas sencillas de la vida, especialmente de la familia.

“Aprender a ser feliz” conlleva en conseguir un objetivo constante en cada una de las familias. La alegría no es algo que nos vayamos a cruzar a la vuelta de la esquina sino que la debemos fomentar dia a dia. Los miembros de la familia tienen que intentar sonreír siempre y contagiar una actitud optimista a todos los miembros.

Cuando la familia aumenta, es decir cuando un bebé llega a la familia, la felicidad y la alegría es constante. Es una felicidad absoluta y vives por y para el  muñeco que ha venido a casa. En la vida hay muchas cosas que nos hacen sentir felices, pero quienes son madres no podrán negar que la llegada de un hijo es una experiencia difícil de describir en palabras. Todas aquellas madres que me han contado sus experiencias me decían que es una emoción tan grande que la llenaba entera, como la parte que la complementa al 100% y es el momento más cercano a la felicidad en su máxima expresión, no me cabe la menor duda que así debe ser.

¿Cuál es la actitud necesaria para aprender a ser feliz?

-Disfrutar de las cosas sencillas que nos ofrece la vida en nuestros momentos cotidianos.

-Demostrar optimismo hacia las personas y las circunstancias que la vida nos ofrece.

-Aceptar las posibilidades y limitaciones de nosotros mismos.

-Hacer de nuestras ocupaciones diarias una fuente de alegría.

-Disfrutar de la familia.

¿Y vosotros os animáis a buscar el camino que os lleve a la FELICIDAD?